miércoles, 27 de agosto de 2008

Dejar la prevención


Muchas veces el que tiene el problema y los prejuicios es uno mismo. Me he encontrado en varias ocasiones dando explicaciones sobre mi estado de salud y justificando mis complicaciones sin que me las pidan.

Yo me encargo de armar drama donde no lo hay, estoy seguro, o mas bien lo he comprobado, que si me relajo respecto a mis complicaciones, la gente no pregunta ni yo me incomodo, solo apelamos a las deducciones y ya.

No digo que sea una conclusión a la que haya llegado fácilmente, me ha costado mas de dos meses aceptar el estado de mi cara y ya se va resolviendo poco a poco.

El punto es que si uno acepta las cosas como son y no lucha contra ellas son mas fáciles de asimilar. En este punto he aprendido tantas cosas que si las hubiera sabido hace unos meses, todo sería tan diferente, pero igual sobre la marcha las aprendí y se han convertido en enseñanzas que difícilmente olvidaré, porque me han hecho llorar y reír y pasar por todo tipo de emociones que nunca pensé vivir.

Si hubiera sido por mi no habría escogido nunca pasar por esto para aprender, pero la vida es así, a veces aunque no nos guste, nos toca, no hay opción. Si peleamos contra lo que es, sufrimos y es peor. Con la prevención es igual, si me resisto a aceptar mi estado y busco justificarlo, es más notorio y más incomodo para mi, no para los demás. Muchas veces, sin quererlo, nosotros somos los causantes de nuestros peores sufrimientos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez que leo tus escritos me das una lección de vida y me quedo literalmente sin palabras. Cada tema que has tocado tiene tanta profundidad que me queda dando vueltas en mi cabeza por varios días.

La verdad cada vez admiro más tu fuerza de voluntad, tu inteligencia, tu disciplina. Gracias por lo que nos enseñas con tus comentarios.

Dios te colme de bendiciones.

JM

• V i k o • dijo...

hey.,.,ya me registre.,.,ahora soy alguien en este munbdo del blog.,.,!! vamos a ver que mas me animo a hacer.,.,!! un fuerte abrazo!!