Ayer pequé por sinceridad… utilicé el blog para contar cómo me sentía respecto a lo que me está pasando y mucha gente se sorprendió. Pero aprendí algo, tenemos derecho a esos momentos de desahogo… la buena actitud y la buena cara siempre deben ser una constante, pero hay días que no se puede, después de tanto tiempo hay un día en el que uno debe permitirse amanecer peleado con el mundo, esa alegría inexplicable todos los días luego de tantas cosas tampoco es normal.
Ayer lo hice, me desahogué y, recordando esa salsa que no me gusta que dice “faltó un pañuelo para secar tus lagrimas, faltó un amigo que me consolara” debo decir q en mi caso faltó una buena amiga que me escuchó y soufflé de nutella. Gracias a mi amiga Claudia que me rescató de las garras de la depre.
Pero el caso y el meollo del asunto es que uno también puede dejarse caer un día y hasta una semana si se le da la gana, no hay que estar complaciendo a todo el mundo con buenas actitudes falsas. Quien debe estar feliz es uno, no cargarse la salud mental y el bienestar de uno y los demás, porque todos asumen que todo el tiempo te tienen que ver bien, tampoco hay que caer en el “ténganme lastima” todo el tiempo, pero hay días en los que no se puede, sencillamente no es posible sonreír y fingir estar bien con todo.
Hoy amanecí mejor, como lo dije ayer, las ganas de vivir y la llama interna no se comprometen cuando esto ocurre, solo son momentos de debilidad, en los que ganan los sentimientos sobre la razón.
La fuerza y el animo no se van, solo mostré un lado importante de mi, el que también se da piedra y se le dan ganas de coger un balón a patadas fuertes contra la pared… pero no puede.
Todo está bien…seguiré recurriendo al chocolate como escape jajaja.
Ayer lo hice, me desahogué y, recordando esa salsa que no me gusta que dice “faltó un pañuelo para secar tus lagrimas, faltó un amigo que me consolara” debo decir q en mi caso faltó una buena amiga que me escuchó y soufflé de nutella. Gracias a mi amiga Claudia que me rescató de las garras de la depre.
Pero el caso y el meollo del asunto es que uno también puede dejarse caer un día y hasta una semana si se le da la gana, no hay que estar complaciendo a todo el mundo con buenas actitudes falsas. Quien debe estar feliz es uno, no cargarse la salud mental y el bienestar de uno y los demás, porque todos asumen que todo el tiempo te tienen que ver bien, tampoco hay que caer en el “ténganme lastima” todo el tiempo, pero hay días en los que no se puede, sencillamente no es posible sonreír y fingir estar bien con todo.
Hoy amanecí mejor, como lo dije ayer, las ganas de vivir y la llama interna no se comprometen cuando esto ocurre, solo son momentos de debilidad, en los que ganan los sentimientos sobre la razón.
La fuerza y el animo no se van, solo mostré un lado importante de mi, el que también se da piedra y se le dan ganas de coger un balón a patadas fuertes contra la pared… pero no puede.
Todo está bien…seguiré recurriendo al chocolate como escape jajaja.