miércoles, 16 de abril de 2008

El gorro de lana

Desde hace mucho he querido escribir sobre los gorros de lana. Es un tema tan complejo para mi que no sabía por donde abordarlo, si por su función, por su historia, su elaboración o por el profundo odio que les tengo, y que ha aumentado a raíz de esto.

¿Adivinen cual escogí? La última!! Ya que es un sentimiento mío creo que puedo hablar con propiedad del tema, prometo no dejarme llevar por el sentimiento, pero , que bueno es hablar de algo por lo que uno siente algo, de la misma forma lo haría si hablara de la fotografía.

Entrando en el tema, la función de estos gorros son básicas y claras, calentar la cabeza en momentos en los que el frío es inclemente, y a veces creo q también son usados para ocultan problemas de malos peinados, cueros cabelludos resecos, falta de aseo en el cabello o una falta de sentido común. Siempre y cuando sean usados con el primer fin, no hay lío conmigo.

Su elaboración depende del lugar dónde se consiga, pueden ser de lana tejida de un solo color, de lana virgen o los que más me ofenden que son de lana regular y teñidos como en degradé con motivos hippies o precolombinos. He visto otras versiones aberrantes como gamulan, y los puntudos de los que yo fui victima en un periodo oscuro de mi vida.

Si hablamos de su historia, creo q seria muy difícil encontrar el momento histórico en el que se comenzaron a elaborar, supongo que fue hace siglos y que fueron creados bajo la necesidad de combatir el frío en tierras muy altas o nevadas, con climas difíciles.
Pero si puedo mencionar el momento en el que, para mi, empezaron a perder el sentido y su razón de ser.

Fue en la época de los 90’s, y lo peor de todo es que no fue su culpa, por uno de sus primos cercanos. Descendiente de la elegante pava nació el boom de los 90’s y una de sus insignias, el gorro de terciopelo con flor!!!

No sé cual era su encanto, pero si nos devolvemos a series como Beverly Hills 90210 recordamos a Andrea usándolos y en el cine recordamos a Alicia Silverstone en Cluless. Lo cual nos indica q no era algo que identificara a un tipo de persona especifico porque así como lo usaba la ñoña, también lo usaba la mas popular, lo que quiere decir q fue una moda y no mas.

El caso es que ante el boom de ese tipo de gorritos, a algún gran empresario se le vino a la cabeza !!hagámoslos de lana¡¡¡ es mas barato, me desvara y pongo a trabajar a mi mamá y a mi esposa y le pegamos un girasol con silicona.

En ese momento el gorro de lana perdió la dignidad.

cuando el gorro de lana cambió y empezó a ser un elemento de desvare, empezó a mutar en infinidad de formas, tamaños, colores y texturas inimaginables. Debo decir que en muy pocos casos acertadas pero en su mayoría muy desagradables.

¿Qué nos quiere decir una persona que usa gorro de lana? Tengo frió en mi cabeza, es la respuesta mas obvia. Pero me he dado cuenta que muchas veces esta no es la respuesta real, a veces es: tengo las raíces muy marcadas o no me lavé el pelo o no se me dio la gana de peinarme o mi calvicie me avergüenza. Pero lo que mas me ofende es la que se siente bonita o bonito usándolos y los hace parte de su personalidad y de su atuendo diario. Si, son un accesorio pero no nos hacen ver lindos. No quiero decir todo lo que pienso por respeto a quienes los usan. Prometí no dejarme llevar por los sentimientos.

Pero por qué el odio? Me doy cuenta que no es cuestión del accesorio como tal, sino de la actitud que se asume al usarlo. No sé si son seguidores de Padre de Familia como yo lo soy, dentro de sus personajes hay alguien que es el perfecto vocero de esta actitud de gorro de lana y ¡sorpresa! Usa gorro de lana.

Ella es Meg Griffin una niña q no es muy agraciada y para colmo de males tiene esa actitud de “la vida me vive y yo la contemplo, son de esas personas que bajo el efecto del alcohol la embarran y sacan su yo sexual y cometen errores, y que al “enamorarse” de alguien le ponen nombres de frutas, se derriten por teléfono al hablar y les dicen MOVIO o MOVIA.

Esa es la raiz de mi odio, la actitud de “tinto chapineruno”, este es un termino que tal vez solo mi amiga Diva entienda, pero es básicamente es esa gente como a la que le falta alma, pasión, vida, ambición, ellos solo son y casi ni tienen expresión, como q ese gorro de lana les corta la circulación de sangre a la cabeza y los deja insulsos.

La ropa y los accesorios nos hacen adoptar actitudes, nos hacen sentirnos seguros, en mi caso debo decir que los sombreros DE PAÑO y las bufandas me agradan ahora porque me ayudan a tener mi cabeza caliente y me dan un aire diferente.

¿Qué de atractivo hay en ocultarse bajo un poco de lana tejida y teñida? Éste, a diferencia de los escritos de este blog, no tiene como fin la reflexión profunda ni la superación ni nada de eso. Solo busca hacer pensar a quien lo lea q no… los gorros de lana no son sexy… y los odio!!!!!

3 comentarios:

Eliana dijo...

Leí todos los posts. La verdad que me encanta la actitud con la que vez la vida. Un saludo y un abrazo.

Laura Medellín dijo...

jaja! es verdad yo tambien los DETESTo!... pero es mas un trauma de la infancia... gracias y mi querida rinitis para mi Ma era escencial ponerme un gorrito de lana con bufanda incluida!!!!! ERA HORRIBLE! y ademas tuve gorrito de terciopelo con flor!... ese no lo detestaba tanto pero igual me lo puse como 1 vez. gracias a Dios ese etapa ya paso ... pero aun me persiguen... para un paseo con el colegio al parque de los nevados adivina cual fue la primera compra! .... si, un gorro de lana. Lo empaqué, le di un paseo por Manizales, y lo traje intacto. nunca más lo he vuelto a ver ... no se si todavia esta por ahi.. lo unico q sé es q NUNCA MáS me pondré un gorrito de lana!!!!!

Jairo A dijo...

Bueeeno....yo tambien sufrí del gorrito de lana. Era un gorro azul oscuro con unas orejas que se anudaban por debajo de la quijada. Primero lo usó mi hermano mayor, me lo heredó y creo que tambien se lo pusieron a mis otros tres hermanos.
Mi abuela era feliz cuando nos forraba la cabeza (por que ella sentía frío) a las 2 de la tarde (con buen sol) para ir a visitar a la tía.
Cuando me sacaban el gorro tení la cabeza mojada por el sudor, el pelo pegado y desde luego empesaba a estornudar por el cambio de clima. Para qué servia entonces?
Ni idea pero la abuela era feliz.