martes, 22 de julio de 2008

Lo que nos toca y no queremos

Pataleta de nuevo. Hoy estoy pataletudo me da piedra ciertas cosas. Insisto, lidiar con una cosa como el cáncer es complicado, pero, cáncer, estreñimiento, problemas de movilidad, parálisis facial qué mas me puede pasar? Espero que nada más. La cuestión es que requiere mucha paciencia y salud mental y me preocupa colapsar enloquecer por tanta vaina. El asunto es que nadie me puede ayudar con esto, nadie puede alivianar mi carga, todo me toca a mí. Si quiero caminar….tenga terapia, si quiero recuperar mis expresiones mas terapias, el estreñimiento… paciencia y dieta, y el resto de cosas que trae el cáncer y su tratamiento… asúmalas.

Nadie puede determinar qué es justo o no en la vida, pero me da rabia pensar que tengo que vivir tantas pruebas juntas, a cuento de qué?

Me siento como en el colegio cuando lo obligaban a uno a hacer tareas y cosas que no le gustaban, la diferencia es que por mas que odiara los límites en cálculo, al final los hacía y sabía el fin de esa historia. El fin de esta historia no lo sé, me mamé de vivir con mi cabeza como dentro de un casco de motocicleta, de no poder oír bien, de no poder comer bien, de tener una mano torpe, de caminar con bastón, no estoy diciendo que me estoy dando por rendido, pero cada vez veo las cosas mas raras, no sé a quien reclamarle y decirle… ole no se pase conmigo, esto no es cuestión ni de Dios ni de nadie. Es la vida y así no me guste, me toca vivirlo. Pero ¿cómo poder hacerlo de una forma tranquila sin enloquecer en el intento?, esta prueba es más mental que otra cosa, he demostrado llevar estos 8 meses de una forma cuerda, pero ¿cuanto tiempo más podré soportar sin colapsar?

En este momento no poder mover mi media cara me ha llevado a la tristeza mas rara que he vivido en mi… pero no de amargura sino de frustración, no me gusta que me miren, no me gusta hablar con nadie, me hace sentir como un bobo, no puedo comer sin abrir la bocota como un pescado, hasta bostezar es incomodo, me acompleja ésta situación… además que me obliga a tener constantemente una expresión como de amargura y una cinta en la cara para poder levantar un poco la boca. Odio esta situación y por mas q le hago a intentar moverla no lo logro. No pasa nada, como que no responde ¿a quien se le pide el milagro? No hay una medicina para eso. Solo esperara y ser constante y paciente. ¿Mas? Y ¿hasta cuando?

Quisiera al final de éste escrito poder decir… la solución es…. Pero realmente ni solución ni sentido le encuentro a nada, solo me motiva el futuro y pensar que esto no va a ser para toda la vida, pero mientras que pasa ¿qué? Uno ¿a quién le reclama?

La fuerza interna y la llama no se comprometen con estos sucesos. Siguen intactas, la paz interior se convierte en un soporte, pero esos sentimientos de frustración patean el ego e intentan hacer zancadilla al ánimo.

La paciencia se convierte en una imposición y no una virtud, el sentido de ésta palabra se borra entre tantas cosas que no queremos pero nos toca vivir.

No hay comentarios: