lunes, 2 de febrero de 2009

Revisando parte de mí historia

Hace unos días un compañero del trabajo me pidió que le pasara un archivo que yo había creado para un análisis que hacemos aquí.

Yo no recordaba dónde lo había guardado, sin embargo esculqué en todas mis carpetas de antes, y finalmente lo encontré.

Me puse revisar no solo ese archivo, sino muchos mas que encontré por el camino mientras lo buscaba, y me di cuenta que aparte de todo, yo era bueno en mi anterior cargo, no digo que perfecto porque nadie lo es, pero tenía mis momentos de genialidad.

Ahora que tengo que desprenderme de lo que era para aprender a quererme como soy ahora y a aceptar lo que tengo ahora, me da rabia no haberme dado cuenta de eso en su momento. Lo que duele es que no fue solo con eso, con muchos aspectos mas en los que yo me sentía menos, en los que realmente no lo era y ahora los extraño, porque me di cuenta que no era como yo lo imaginaba.

No puedo vivir del pasado pero duele desprenderse de él y a esas cosas bonitas que hasta ahora veo, y si soy quien soy es gracias a mi pasado. Pero lo tengo que dejar atrás, como en esa historia de la Biblia en la que no podía mirar atrás o se convertía en una estatua de sal. ¿si miro atrás pierdo? Parece que si entre más reviso mí pasado más nudos se me hacen en la garganta. Y no es solo con eso, las fotos, cuadernos de notas de la universidad, cartas, en fin…

Hay muchas cosas que aún no acepto, y hay cosas que me asombran de lo que era y son muy bellas, pero ahora que estoy al medio o en algún lugar de esta historia, me gustaría ser el de antes con la forma de pensar que tengo ahora.

Quiero volver a correr a reírme, a trabajar como antes aunque era pesado, ir al gimnasio, salir solo al centro, comprar dulces en el centro comercial. Ahora soy feliz porque estoy vivo y tengo una vida maravillosa rodeada de grandes personas, pero extrañar y paciencia se han convertido en las dos peores palabras en las que puedo pensar en este momento.

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